>>Haz click aquí para comprar la clase: «Paciencia: la virtud que abrirá el camino»<<
Yo sé.
Seguramente ya te condenaste a autoproclamarte como una persona con poca paciencia. Que esa es una característica propia tuya -así como el color de tus ojos, cabello- y que poco o nada puedes hacer al respecto más que aprender a convivir con este trazo de tu personalidad.
Y ya me atrevo a decirte con toda seguridad, que no es así.
Es por eso que quiero que me des una oportunidad de reflexión para ayudarte a crear los cuestionamientos correctos sobre la necesidad de aprender acerca de la virtud de la paciencia.
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Está demás que lo diga, pero todo lo que nos está tocando vivir de manera completamente inesperada, nos ha hecho enfrentarnos a una realidad que, a pesar de ser completamente objetiva y certera, tal vez hasta antes del 2020 lográbamos esquivar de cierta manera.
Me refiero a darnos cuenta que tenemos poco control sobre muchas cosas y que realmente tenemos verdadero control sobre pocas.
Y que, consciente o insconscientemente, es probable que nos hayamos estado enfocando más árduamente en querer controlar lo que no está a nuestro alcance en vez de concentrarnos en lo que sí tenemos control.
Creo que esto es, a grandes rasgos, parte de la raíz de los problemas de ansiedad y bajo autoestima.
Ansiedad porque tratamos de manejar algo que huye de nuestro alcance y bajo autoestima porque no buscamos trabajar correctamente nuestro carácter y personalidad para ser personas maduras y así enfrentar los desafíos que tiene la vida.
Sí, puede que vivíamos bajo la ilusión de una vida controlada, predecible y que este portazo en la cara que comenzó hace poco más de un año, nos cayó para ver muy de cerca realidades que siempre han estado en la vida. Realidades como el dolor, el sufrimiento, la muerte.
Aunque te parezca raro, es aquí donde entra la paciencia, pero sobre todo debe comenzar más abajo, por así decir. Debe comenzar en lo cotidiano, en el día a día, en nuestras relaciones.
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Paciencia, la palabra paciencia, viene del latín “pati” que significa padecer. Paciencia es el “arte de saber padecer». De padecer con dignidad”.
Y si hay algo sobre lo que sí podemos decidir trabajar, es en aprender a padecer con dignidad y así vivir una vida con un mejor y mayor sentido.
Yo sé, puede sonar contradictorio o hasta confuso. Pero, estas son las raíces de la paciencia y, para poder hacerse dueño de algo, hay que conocer bien este algo primero.
Al final, no es que esa impaciencia pequeña de no soportar el sonido de alguien cuando mastica fuerte hasta la impaciencia mayor de, por ejemplo, no ver un cambio necesario en alguien que amamos o hasta en nosotros mismos.
Esas impaciencias son en realidad la constatación de que somos incapaces de aceptar un sufrimiento con altura. Ya sea este pequeño o grande.
Como fuere, comencemos a ser fieles en lo poco para poder serlo en las grandes tribulaciones.
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Cuando comencé a interesarme por las virtudes, fue la paciencia la que resonó más. La que más veces fue mencionada como dificultad cotidiana, como muletilla de vida.
Y es verdad. Hoy más que nunca tenemos que esforzarnos por ser pacientes de la manera correcta porque eso es uno de los pocos aspectos que sí podemos controlar.
Ahora, déjame contarte lo que he preparado para que juntas podamos ir por este camino:
Tienes la oportunidad de acceder a la grabación de la clase que di en abril del año pasado sobre la virtud de la paciencia.
1 hora y media de clase a la que podrás acceder así que se apruebe tu pago.
También tendrás listo para descargar un documento PDF con la transcripción íntegra de la clase. Este PDF lo podrás imprimir y tener contigo par siempre. ¡Es como tener toda la clase en papel!
Además, solo por esta semana, estoy abriendo inscripciones para la clase que di sobre feminidad:
«Feminidad: origen, características y manifestaciones»
¡Haz click sobre el link para que sepas de qué trata y la puedas comprar!
Y, el jueves 7 de marzo a las 7:00pm de Perú, daré la clase «Orden: la virtud silenciosa»
Dale click al link para que leas de qué se trata y puedas estar conmigo en vivo mientras doy la clase.
Ya son más de 690 mujeres que han terminado felices después de estar en estas clases. Te aseguro que marcarán un antes y un después en tu vida.
¡Y solo por 39 soles cada una! Verás que serán el mejor dinero invertido en este año.
Te mando un abrazo y cualquier duda, déjala en los comentarios abajo de este post.
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Con cariño,
María Pía
1 comentario. Dejar nuevo
Muy interesante el articulo excelentes datos para nuestra boda.
Gracias por compartir