Hace unas semanas leí un artículo de Family Talks, ONG Brasilera que trabaja duramente en distintas frentes en pro de una sociedad que cuide, incluya y proteja la familia en la sociedad mediante la inclusión de las necesidades familiares en pautas políticas.
Trabajo bellísimo, necesario y bien árduo.
En este artículo Rodolfo Canónico, CEO, hablaba de la importancia de la representatividad de las mujeres en la política.
Defendiendo por qué debería haber una cuota para que sí o sí haya un determinado número de mujeres en el parlamento.
Leí esto y ya torcí mi nariz y reviré los ojos…
“Ahí viene una pauta ideológica…”
Según lo que creo es la aptitud para el cargo lo que determina quién va a sentarse en determinada silla.
En gran parte es así y es algo que no está errado.
Sin embargo, reconocí mi aire de rigidez y decidí tomar una actitud de escucha genuina y de querer aprender y saber algo que seguramente me estaba pasando completamente desapercibido.
Aprender de alguien que lleva años en este trabajo.
Rodolfo escribía lo mismo que yo cuando recién comenzó su trabajo como activista pro familia: el mérito es lo que debe definir quién está en política.
Sin embargo después de años trabajando en la línea de frente para que la familia sea amparada bajo leyes -es decir, cambiar la cabeza de parlamentares para que ayuden a este propósito- él mismo se dio cuenta y sigue comprobando año tras años que son prácticamente exclusivamente las mujeres, sin importar la bandera política, las que adhieren a pautas de protección de la familia.
Los hombres los escuchan, le parece importante, pero no accionan.
Son las mujeres que están en política las que están abiertas a escuchar, aprender y trabajar por la familia.
Son las mujeres que están en política las que entienden más vivamente dolores como el de tener que escoger entre ser madre o seguir una profesión, sin puntos medios.
Son las mujeres que están en política las que están dispuestas a invertir en un proyecto que tomará años para ver frutos.
Son las mujeres que están en política las que tienen especial sensibilidad y buenas soluciones para el cuidado de las personas.
Son las mujeres que están en política las que consiguen ver la necesidad de restaurar la humanidad en la política y por consiguiente en la sociedad.
Son las mujeres que están en política las que consiguen identificar con mayor claridad los desafíos actuales para tener y cuidar de la familia.
Rodolfo fue comprobando esta realidad año tras año mientras buscaba reunirse con parlamentarios para decirles la sobre la importancia de la presencia del papá en la vida de los hijos, los desafíos de un país que cada vez envejece más rápido porque cada año tener hijos es un verdadero sacrificio económico y de bienestar psicológico.
Las mujeres somos especialmente receptivas a escuchar y cuidar
Llevamos en el alma como un gen que da la fuerza y la esperanza en formar personas y esa formación toma años. Es una inversión a largo plazo.
Las mujeres tenemos audacia en crear soluciones en las que todos nos veamos beneficiados, esto porque tendemos a pensar naturalmente en los demás y esto a su vez porque tendemos a cuidar de los demás.
Las pautas políticas que tienen a ver con la persona resuenen diferente en el corazón de una mujer por nuestra especial vocación al cuidado y porque, lamentablemente, son las mujeres las que suelen sufrir con elecciones como sacrificar una profesión por cuidar de la familia.
La verdad, no era la primera vez que escuchaba algo similar sobre mujeres.
Sobreviviendo en Turquía
En realidad el canal de YouTube de Danny Boggione se llama “Sobrevivendo na Turquia”.
Danny es brasilera y vive en Turquía hace más de 20 años y su historia es de partir el corazón.
Ella está allá en Turquía por su hijo, por estar con él y cuidarlo ya que al casarse con su ex esposo turco, pasó por un episodio de casi perder la guardia de su hijo por ser un país donde la cultura es completamente diferente a la occidental en lo que derecho sobre la familia se refiere y en el que según la tradición y religión de su ex esposo, la palabra de la mujer no tiene valor.
Danny contó su historia hace años para que sirva como una alerta a brasileras para que no pasen por lo mismo.
Actualmente Danny trabaja activamente ayudando a rescatar a mujeres en diferentes estados de vulnerabilidad por haberse mudado -muchas veces siendo engañadas- a países tan diferentes en el Medio Oriente y Europa y el combate al tráfico de personas.
Recientemente Danny fue pieza clave para rescatar a 2 brasileros que estaban bajo trabajo forzado en Myanmar.
Danny, en su canal de YouTube, da espacio para entrevistas a ex víctimas y de actualizaciones de casos y repite casi que las mismas palabras de Rodolfo: son casi que exclusivamente las mujeres las que se involucran para actuar y salvar a brasileros que están pasándola mal en el otro lado del mundo.
La mujer y su valor
Todo esto me hizo reflexionar bastante.
Leyendo yo misma lo que escribí, me suena con bastante tono político y, aunque sepa la necesidad del trabajo activo en política, mi trabajo aquí no es de militancia ni de activismo, y sí el de mediante reflexiones y cursos, ampliar el paisaje, conversar y cada una haga los cambios que necesite.
Pero, me vinieron estos casos a la mente para desarrollar el punto principal de este artículo: el valor de la mujer.
Actualmente podemos caer en la tendencia de pensar en extremos.
Uno de estos extremos es el de negar los trazos característicos del alma femenina y el otro maquillarlos y ponerles un techo bajo el cuál la mujer sólo debe desarrollarse dentro de tal y cual ambiente.
La virtud siempre está y estará en el medio.
A esto sumada la atención de reconocer nuestros genuinos deseos y talentos y querer desarrollarlos bajo la motivación correcta.
Cuando la mujer sabe su valor y ejerce su feminidad es capaz de cambiar el rumbo del mundo.
Porque ella como quien cuida a la humanidad, personaliza el mundo.
Por eso es tan importante que la mujer esté consciente de lo que vale y pueda florecer en diferentes campos.
Cuando el valor es quebrado la feminidad puede deformarse
El domingo pasado fue el 3er programa de “El valor de la verdad”, programa peruano de preguntas y respuestas en el que el invitado tiene que decir si es verdadero o falso preguntas sobre su vida.
Los 3 programas fueron protagonizados por mujeres. Y el cuarto también lo será.
Mujeres de las que se habló mucho por diversos temas de farándula.
Sin embargo, lo que también pudimos ver en estos 3 programas y lo que creo que nadie esperaba fue una exposición del dolor lacerante que puede causar cuando el valor de una mujer es quebrado por algo tan grave como un abuso, falta de reconocimiento de su valor, orientación correcta y falta de amor y cuidado.
Estas mujeres aceptaron hablar públicamente de las agresiones y abusos que sufrieron en la infancia.
Y todos pudimos ver las heridas que habían causado estos momentos que jamás debieron existir.
Heridas como justamente no darse valor en una relación y soportar malos tratos.
La herida de la inseguridad
La herida del temor a ser juzgada aún por sus propios padres
Hay heridas tan fuertes que solo el amor y una buena conducción repleta de amor y acogimiento para poder coserlas y continuar.
Hace un tiempo escuché en el Podcast Vos Podés el caso de una mujer que había sufrido manipulación extrema de un hombre.
Él la hizo renunciar a trabajos, dejar de salir con amigos y la termina amenazando con compartir fotos íntimas a todos sus conocidos.
Sin embargo lo inesperado sucedió: el amor de su mamá.
Su mamá primero la cuidó, acogió y le dio apoyo incondicional.
Su mamá le hizo ver que ella era la víctima y que bajo esa perspectiva deje de someterse a la manipulación de esa persona. Que poco importa si publica fotos, que eso no va a cambiar su amor y concepto que tiene de ella porque la ama con el alma, porque ella es su mamá.
La respuesta de su mamá tuvo un efecto en cadena con amigos y familiares que la cercaron de amor, la cuidaron y así ella pudo renacer.
Fuerza mayor que el amor no existe.
Agregaría que una de las fuerzas más grandes es el amor de una mujer ejerciendo su maternidad en la circunstancia que le toque, no existe.
El valor de ser femenina
Cuando comencé a hablar de feminidad y a enseñar sobre feminidad siempre daba el aviso de bajar un poco la guardia solo para estar abiertas a escuchar y que luego con esta información cada una decida qué hacer con ella.
Cuando la mujer no sabe su valor o le hacen creer que perdió su valor o le inventan un valor que no le corresponde, la humanidad se queda un poco más huérfana y va hacia caminos que le hacen daño.
Me podría pasar horas hablando de feminidad (mi clase de hace 3 años tuvo casi 3 horas de contenido!) y tampoco pensé hacer este artículo hasta después que ví el Valor de la Verdad del domingo pasado.
Creo que me nació hacerlo porque en este tiempo que he estado alejada de las redes sociales y sin producir aquí en mi trabajo online, he podido ver y escuchar más vivamente dramas de mi entorno que deforman e hieren la feminidad.
Aprender es importantísimo y estar atentas a la realidad que es el terreno donde vamos a desarrollarnos es necesario.
Quiero cerrar este artículo con unos extractos del Libro “Soñemos Juntos” del Papa Francisco -sí, una vez más el Santo Padre- donde se refiere con claridad y delicadeza a la importancia de la presencia de las mujeres para mejorar la economía:
“Fue a las mujeres a las que el Señor les anunció primero la Buena Nueva porque ellas estaban presentes, atentas y abiertas a nuevas posibilidades.”
“Pienso especialmente en mujeres que son economistas cuyo pensamiento innovador tiene especial relevancia para momentos de crisis.
Ellas traen un apelo a una restructuración de patrones que usamos para gerenciar la economía
La perspectiva que suele ser traída por mujeres en economía viene cargada con la “economía real» que les abre los ojos a la inecuación de las teorías económicas clásicas”
Muchas veces fue por el servicio no remunerado o informal, su experiencia con la maternidad o de tareas domésticas, sumadas al trabajo académico delo alto nivel lo que hicieron que reconozcan fallas en modelos económicos actuales de los últimos setenta años.
Estas mujeres colocan su atención no solo en los números sino en el cuidado de los más pobres, del valor de las relaciones no comerciales (familia, amigos y comunidad), cuidado del ambiente, contribución para el bienestar de la sociedad civil.
Las veo promover una economías más maternal, que no es solamente enfocada en el crecimiento económico y en el lucro, pero que cuestiona los modelos económicos para ayudar a las personas en participar en la sociedad y prosperar.
Defienden una economía que sustenta, protege y regenera. Que no se limita a regular y arbitrar.”
Al saber qué es realmente ser femenina y el potencial arraigado que tenemos para mejorar el mundo, esto se vuelve un motor de bienestar que hace que todos salgamos beneficiados.
Nosotras, mujeres, en nuestra profunda escencia somos más inclinadas a escuchar, acoger y cuidar.
Nuestra sensibilidad, lejos de ser una debilidad, es una habilidad capaz de elevar la dignidad de las personas.
La reflexión que quiero provocar con estos ejemplos reales es que las mujeres tenemos grabado en el alma un diferencial y que ese diferencial es capaz de salvar vidas.
Conociendo este valor, conociendo la feminidad y decidiéndo corresponder a ella, cada una de nosotras en el campo campo y circunstancia que estemos, podemos elevar el valor de la humanidad.
Y al ver la realidad como la necesidad de mujeres en política y que las mujeres son las que mayoritariamente adhieren a pautas del cuidado de la familia; ejercer la feminidad y cuidar que se pueda ejercer se vuelve un nuevo desafio.
Dios no se equivoca al habernos dado tanto valor para humanizar, de formar, de cuidar y de fortalecer.
El valor de la mujer da valor a la humanidad.
¿Te pareció largo este artículo? Creo que fue un poco largo, al mismo tiempo, he disfrutado y me he emocionado escribiéndolo.
Déjame tus comentarios al final del post en el After party”de los comentarios.
Te aconsejo que te des un tiempo de leer los últimos artículos que escribí.
Además de ser interesantes, ayudan a entender parte de la problemática de déficit de feminidad de hoy en día.
¡Gracias por leerme!
María Pía
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* Sobre la representatividad en política de las mujeres: refuerzo que el mérito y la aptitud de la persona es lo más importante y que no quiere decir que solo el hecho de dar una cuota a mujeres, el problema está resuelto. Que una mujer por ser mujer siempre va a adherir a pautas en pro del cuidado de la familia. Sin embargo, la realidad en Brasil es la que les comenté en el artículo y está dando buenos frutos. Es una medida que creo puede ser mejorada, pero por ahora a «nada» está funcionando.
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