Nuestra Luna de Miel – Hotel Explora Patagonia – 3ra Parte

 

Fuimos muy bienvenidos

«Bienvenidos al Explora Patagonia, María Pía y Daniel! y felicitaciones por el matrimonio! Que pasen una preciosa Luna de Miel, en lo que podemos ayudar, estamos a disposición.»

Nos dijo la administradora del hotel luego de saludarnos y felicitarnos personalmente. Ella estaba en la recepción saludando a cada huesped y sabía de cabeza el motivo el que cada uno de nosotros estamos ahí: aniversario, Luna de Miel, cumpleaños, sueño hecho realidad, etc.

Ella también estuvo cada noche en la cena. Con elegancia se acercaba a cada mesa para saber qué tal la estábamos pasando, qué podrían mejorar, si estábamos cumpliendo nuestras expectativas, qué tal nuestra comida, etc.

Mucho cariño y cuidado, en todo momento.

Se acuerdan de lo que les decía sobre hoteles especializados en Luna de Miel? El Explora Patagonia es uno de ellos.

El check in fue rapidísimo porque tenían todo listo. Nuestras maletas aparecieron en nuestro cuarto que nos esperaba con una tabla de quesos acompañada de frutas secas con Pisco Sour.

Momento gracioso: Todo el tiempo pensé que estaba tomando Espumante! Solo al final me di cuenta que era Pisco Sour.

 

La buena comida y la buena bebida

El Explora Patagonia es un hotel todo incluido.

La verdad es que no le quedaba de otra: estábamos apartados de todo el mundo y dentro del Parque Nacional Torres del Paine, en una de las zonas más espectaculares de nuestro planeta.

Los desayunos, almuerzos y cenas eran servidos en el mismo restaurante del hotel que era ambientado para cada comida. Siempre con vista a la imponente Cordillera del Paine y al Lago Pehoé.

El desayuno tenía todo lo que necesitabas para recargar energías y hacer las caminatas (comí palta TODOS los días), los platos de los almuerzos y cenas eran categoría restaurante súper elegante.

Los menús consistían en 2 opciones de entrada, de plato principal y de postre. Siempre acompañado con vinos top blancos y tintos.

Era eso de que te despiertas feliz porque sabes que antes que nada, vas a comer buenazo, sin demoras y con un servicio A1.

Nuestro requisito de buena comida y bebida se vio totalmente superado.

Eso de comer sin la preocupación de quedarnos sin mesa o viendo cuánto gastar (ya estaba todo pagado) hace que te relajes y por consecuencia, disfrutes más.

 

 

Conociendo la espectacular Patagonia (y el Spa)

Nos habíamos programado para hacer las caminatas que más nos llamaban la atención.

Si te parece un tema interesante para contar en varios posts, dime en los comentarios para saberlo que con mucho gusto pongo cada detalle y consejo de las caminatas que hicimos 😉

También reservamos un día enteroa para quedarnos en el hotel a disfrutarlo porque el Explora también era parte de la experiencia de Luna de Miel. Y cuánto valió la pena!

El hotel tiene un Spa, que está bajando unas escaleras. Es una estructura aparte del hotel. Ahí había una piscina temperada, jacuzzis al aire libre con vista al lago, saunas y área para masajes.

Entonces, uno de los planes fue agarrar una botella de espumante del mini bar del Spa, frutas secas y a disfrutar de una tarde al aire libre en el jacuzzi relajándonos.

Y por estar de Luna de Miel, nos regalaron 1 masaje para cada uno!

En serio, que bienvenidos que fueron esos masajes. Sobre todo porque los guardamos hasta después de la caminata más larga y cansativa del viaje que fue la de Base las Torres.

 

 

Tuvimos la suerte de que el día que decidimos quedarnos a disfrutar del hotel, llovió y no había mucha gente ya que un grupo grande se había retirado en la mañana y los nuevos huéspedes llegaban en la tarde.

Aprovechamos para dormir un poco más, conversar en una de las tantas salitas con vista a la Cordillera del Paine que tiene el hotel, ir al Spa, etc.

Todo esto acompañado de vino por parte mía y Daniel siempre fiel a una buena cerveza.

 

 

Televisión? Con esa vista?

Ninguno de los cuartos tiene televisión porque cada uno de ellos tiene vista de primera fila a la Cordillera del Paine.

Y atención a este detalle: No nos teníamos que preocupar de ponernos pantunflas o medias para andar por el cuarto porque, creanlo o no, el piso tenía calefacción!

El baño venía con un jacuzzi y siempre ordenaban el cuarto 2 veces al día: Por las mañanas y por las tardes. Cuando lo hacían por la tarde, nos dejan 2 chocolates que eran mitad con leche y mitad bitter. Otro de los detalles que se robó mi corazón.

No había televisión, pero en las noches se proyectaban en la sala de audiovisuales (donde se daba la bienvenida a los grupos que iban llegando) diferentes tipos de documentales y charlas. Todo relacionado con la Patagonia.

Con Daniel fuimos a ver uno sobre el Puma de la Patagonia, que resulta ser el más grande del mundo (#miedo) y sin ser eso suficiente, los Guías escucharon que estábamos interesados en el Puma de la Patagonia que nos organizaron una excursión privada por la ruta del Puma.

Es decir, por la ruta por donde el Puma suele cazar de verdad.

No lo vimos, gracias a Dios para mí y qué mala suerte por Daniel que de verdad quería verlo. Pero, lo que nos encantó es que ellos estaban muy preocupados en cubrir nuestros intereses que sin consultarnos nos organizaron una excursión exclusiva.

Eso es preocuparse por dar un buen servicio.

 

El Explora Patagonia te invita a una sola cosa: A que te relajes y explores seguro.

Todo lo que necesitas lo tienes ahí: Puedes decidir en salir a hacer una caminata (siempre acompañado de los excelentes guías) por la mañana y tomar un vino por la tarde o pasar un día en el Spa.

El hotel parece diseñado para crear conversación, para que se disfrute intercambiando ideas y apreciar de la paz que absorbes de ahí.

Nuestro hotel de Luna de Miel superó toda expectativa posible de buen trato, innovación y calidad. A esto falta sumarle las caminatas y paseos que hicimos, uno más alucinante que el otro.

A este punto, las ganas de regresar a disfrutar de ese sueño de nuevo se duplican! Solo que ahora nos encantaría ir con nuestros padres para que disfruten con nosotros de esta maravilla.

Que hayas disfrutado de este post tanto como yo recordando de nuestra Luna de Miel en la Patagonia. Dime en los comentarios si te gustaría saber algo más y en dónde pasaste o vas a pasar tu Luna de Miel.

Besos!

María Pía