Lucia & Fer Wedding Photography :: Esposos y fotógrafos de bodas

La fotografía es fundamental para mostrar ese detalle hecho a mano por la mamá de la novia, la felicidad en lágrimas de las mejores amigas cuando comienzan a escuchar los votos de matrimonio, la cara del novio cuando espontáneamente respira hondo al ver entrar a su casi esposa del brazo de su papá y trata de aguantar la emoción.

Son mini momentos que han sido tejidos hace años.

Que para estar ahí, en ese instante y lugar, han tenido que pasar pruebas que fueron superadas y momentos de decisiones en las que el amor fue la brújula que los guio.

Cada uno de esos momentos pasan a ser la prueba viva de una pareja que seguirá superándolos siempre que estén juntos en matrimonio.

El arte y habilidad de tomar fotos siempre ha sido algo que se ha ganado mi admiración. Ver una foto y entender fácilmente el estilo de una boda, es algo que pocos saben hacer.

Y qué decir de conectarte de una forma así de auténtica con todo lo que les contaba arriba.

A Lucía y Fernando, fotógrafos de bodas y esposos -con una hija hermosa!- se les escapa en cada palabra cuando les preguntas de su trabajo el lazo íntimo que tienen con la fotografía y lo compruebas cuando ves sus fotos: Te hacen sentir todo el amor que se tienen las parejas que pasan por su lente.

Un «quiero intentarlo» sin pretensiones, pero decidido, le hizo confirmar a Lucía que su camino era el de las fotos en bodas.

Con el objetivo de practicar y confirmar que era realmente ese camino el que iba a seguir, Lucía se ofreció para tomar fotos durante la boda de una amiga (quien ya había contratado a un fotógrafo); y qué creen, acabó que fueron las tomas de Lucía las que, de lejos, más les gustaron a los novios!

Ese fue el impulso para comenzar y que bien que lo hizo!

Poco a poco fue yendo a más bodas, ganando más experiencia y perfeccionando la teoría con estudios en el Centro de la Imagen de Lima.

Ser fotógrafa de bodas es, naturalmente, trabajar fines de semana, dejar un poco de lado la vida social de muchos sábados y en stand by planes con su recién esposo, Fernando.

Fernando que había alentado el talento de Lucía, en vez de renegar por tener que ir a recogerla -muchas veces de madrugada-, decidió poco a poco acompañarla a las bodas.

Entre boda y boda, Fernando comenzó a mostrar su talento y estilo para tomar fotos, que combinado con el de Lucía hacían más ricas las memorias de cada pareja de recién casados 😉

Fernando iba a las bodas y Lucía lo dirigía.

Y a pesar de hacerlo, las fotos de Fernando llevaban su firma. Tenían su carácter que como arquitecto, sobresalía un trazo más linean, más simétrico. Mientras que las fotos de Lucía eran las que capturaban las emociones y detalles.

No había nada que cuestionar, ¡Hacían buen equipo!

Lucía comenzó a aprender el estilo de Fernando y Fernando el de Lucía hasta que se rompió esa barrera que distinguía sus fotos.

Lucía es capaz de capturar un paisaje como Fernando lo haría y a Fernando no se le escapa ni una emoción de los protagonistas. Con esto, pudieron comenzar a atender a más novios, cada uno por su lado, pero «llevándonos al uno con el otro», como dice Lucía ♡

Al ser esposos y haber pasado por el maratón de entrevistar y contratar a proveedores, Lucía y Fer saben muy bien y por experiencia propia la importancia de tener química, confianza con los profesionales que se vayan a contratar.

Saben que la confianza + comunicación van formando la base para unas futuras buenas fotos. Los novios que se contactan con ellos perciben esto desde los primeros mails que intercambian y lo confirman durante todo el tiempo hasta llegar el día de la boda.

Cada vez que conozco a profesionales como Lucía y Fernando que son enamorados de su trabajo, que están pendientes de actualizar siempre sus conocimientos, que está en ellos cuidar a sus «novios» hacerlos sentir bien, cómodos, en confianza en todo momento; me es como una inyección de motivación de querer siempre hacer cada cosita de mi propio trabajo con mucho cariño y calidad.

Besos!

María Pía