Fue durante un día normal cuando me di cuenta lo simple y profundo que era lo que sentía por Daniel.
Simple porque me es muy fácil estar con él, sentirme con él, estar en la misma frecuencia siempre. Y profundo porque ni sumadas todas las galaxias multiplicadas al infinito va ser suficiente para decir cuánto puedo amarlo.
Fue en ese momento que me hice la promesa de que iba a hacer todo por estar a su lado porque mi vida era vida siempre que él estaba conmigo.
Nuestro amor fue avanzando, fuimos creciendo juntos, compartiendo ideas y sueños. Siempre sobre el mismo camino.
No había el mínimo indicio de duda que él era -es- lo mejor de mi.
Pensé que no había forma que ese amor infinito se multiplicara, sin embargo, no contaba con el poder del matrimonio.
Desde las cosas simples, pasando por las rutinarias hasta los nuevos desafíos, el matrimonio ha hecho con su gracia que cada día una de ellas luzca un brillo diferente. Es saber que nosotros somos las que las elegimos juntos, pensando antes el el otro que en uno mismo.
Que es una etiqueta más? Que son unos papeleos más? Que es un evento más?
De lo que estoy convencida es que es necesario valentía y mucha. Estamos hablando de entregarse al 100% a una sola persona a base de algo que sabemos que existe, pero que es tan difícil de medir: el amor.
Y que cuya recompensa es algo tan precioso como difícil de explicar: amar.
Un año más que confirmo que es esta mi vocación y siempre la fue.
Gracias, meu amor, por nuestro matrimonio, por amarlo y respetarlo, por estar ahí en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días desde ese día (y antes de ese día) y por hacer juntos la promesa de que así será cada uno de ellos.
Te amo y feliz 2do. aniversario de matrimonio!
Foto: Esteban Nakano
María Pía