Así como me encanta escribir un post sobre una boda vintage al aire libre, una boda en la playa o una boda boho-chic salpicada de colores intensos; de la misma forma admiro la seguridad y cariño de las novias que me escriben diciéndome como primera palabra de descripción del estilo de su boda que fue sobria.
Como la boda de Natalie + Pedro.
La palabra sobria la tengo entrelazada desde niña.
Como les he contado, mi madre estudió alta costura –ella hizo mi vestido de novia de mi matrimonio civil!– y sin querer queriendo o sí sabiéndolo, me compartía su sabiduría mientras hojeábamos las pasarelas más importantes de Europa y me hacía ver lo que yo no conseguía sobre la belleza de la simetría de los vestidos, sus cortes y elegancia que los hacía sutiles y nada aburridos.
10 horas de viaje para pedir que sea su enamorada
Natalie y Pedro tuvieron para conocerse desde que ingresaron a la misma universidad para estudiar Odontología, pero como las historias de amor tienen que tener de lo suyo, recién en el último año de estudios fue que se enamoraron.
Ya estaban enamorados, pero ahora les tocaba hacer a cada uno su intercambio rural. Les tocó Piura pero ciudades distintas que estaban a 10 horas una de la otra.
Luego de haber coincidido en Piura para hacer unos trámites, comenzaron a hablar por teléfono. Pero, por teléfono satelital porque la señal por celular era inexistente!
Hasta que un bien día, Pedro decidió viajar por 10 horas hasta donde estaba Natalie.
Llegó y le pidió que sea su enamorada.
Estuvieron juntos unas horas ese día y luego Pedro tenía que regresar porque debía trabajar al día siguiente.
Por amor, sí vale la pena pasarse viajando 20 horas un día para hacer la pregunta que comenzará a dar inicio a una historia juntos.
Nada de flojera ni de que muy lejos.
Cuando uno quiere y siente que es el camino que debe seguir, todo ese tiempo pasa a ser una mínima inversión de tiempo y esfuerzo comparado con todo lo que está por venir 😉
«Preparar nuestro matrimonio ha sido la experiencia más linda de mi vida»
Bienvenida al club, Natalie, de las que felices nos casaríamos otra vez con el mismo marido!
Sé que hay quienes dirán que una vez está más que bien, pero para quienes nos gusta organizar, planificar si es posible al milímetro, ver cada elemento tomando forma, driblando obstáculos; es una gran experiencia.
Natalie y Pedro tuvieron exactos 1 año y 2 meses para organizar y lo hicieron muy bien. Un ejemplo de pareja que aprovechó desde el inicio el tiempo que tenían y así evitaron sorpresas mayores.
Lo que sí, siendo así de responsable y amante de la organización, Natalie vio que era justo trabajar con un Wedding Planner para las últimas semanas del matrimonio. Así durante esos días previos en los que parece que todo se condensa, cuando llega la familia de fuera (y ellos sí que tienen a mucha!) y uno que otro imprevisto, la mano de un Wedding Planner y su expertisse son claves.
Y eso se comprueba el día de la boda cuando todos están preocupados disfrutando y viviendo cada instante de ese día irrepetible.
Lo que sí, sigo firme y creyente que lo ideal es trabajar con un Wedding Planner desde el inicio de la organización de la boda.
Ellos son profesionales en realizar bodas como eventos sociales así que saben la mejor ruta a seguir, lo que nos ahorra dinero y tiempo 😉
La familia participó y tuvieron pase libre para dar sus ideas, opinar y acompañar a los novios durante los avances. Natalie y Pedro escuchaban a todos y claro que al final se quedaban con las sugerencias que creían que iban mejor con su día.
Tres palabras: sobrio, elegante y romántico
Cuánto me he identificado con ustedes, Natalie y Pedro!
Natalie me cuenta que ellos verían fotos de bodas al aire libre, de bodas en el campo y les parecían preciosas; solo que no se sentían identificados con ellas. Así que fieles a ellos, fuero atrás del estilo que los representaba: La ceremonia fue en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar y la decoración de la recepción fue en dorados y blanco hueso con toques pasteles.
Algo que combinó tan bien con el estilo escogido por Natalie y Pedro, fue que antes de que ellos llegaran a la recepción, es decir, mientras se tomaban las fotos de recién casados, sus invitados estaban siendo recibidos con bossa nova en vivo acompañada de un saxofón.
Qué detalle!
Si vieron bien las fotos, percibieron más de un detalles con profundos significados, como el bouquet de Natalie con la foto de su papi que falleció hace 12 años.
Lindo homenaje al padre de la novia!
Vieron las damitas? Todas lindas con vestidos súper cómodos para que puedan cumplir bien su trabajo de cortejo. La pizarrita con un mensaje personalizado para Pedro y vieron la cartita que recibió Natalie? Creo que es un bello detalle para entregarle a los novios el mismo día de la boda: No los sacan de la concentración del día y es un recuerdo que guardarán siempre.
Y el bouquet en vez de lanzarlo, Natalie se lo entregó a su mejor amiga -que ahora está de novia-
AMO estos detalles!
Espero les haya gustado esta boda tanto como a mi.
Besos!
María Pía
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Proveedores contratados por los novios:
Lugar de la ceremonia: Parroquia Nuestra Señora del Pilar – San Isidro | Lugar de la recepción: Club Unión Árabe Palestino | Invitaciones: Partes Adrián | Wedding Planner: Organízate Wedding Planners | Peinado y maquillaje: Eduardo Arens Novias | Vestido y velo de la novia: Angie Schlegel | Tocado: Roxana Pardo | Aretes: Prestados por la mamá de la novia | Anillos: El joyero de confianza de la familia | Bouquet: La Florentina | Zapatos: Butrich | Fotos: Diego Peláez Fotografía | Video: Blue Kombi Studios | Catering y decoración: Mónica Tremolada Catering | Música de recepción (saxofón): Coro Armonía Coral | DJ: Hayro DJ | Hora Loca: Divertiled Espectáculos | Torta: Dalonso Catering | Cabina de fotos: Enfokate | Escuela de baile: Zadanza | Luna de miel: Riviera Maya, Playa del Carmen, Cancún, Tulum – México