Que frío en la barriga da hablar del vestido más importante, más pensado y más hecho con cariño que ha existido en mi vida. Espero poder expresar con las palabras correctas lo que significó para mi cada costura de ese modelo que ven ahí ♡ 
La foto que ven más abajo es de comienzos de noviembre del 2013. Y la persona que está atrás agarrando mi vestido, es la artista que supo poner en el mundo real, el sueño de vestido que vivía en mi imaginación. 
 
Esa persona es mi mamá.
 
Ella estudió Alta Costura (Que suerte la mía, no?!), luchó por lo que realmente amaba hacer: coser, diseñar, crear y hacer felices a las afortunadas que iban donde ella para que les ayude a hacer algo a medida.
 
La más afortunada acabé siendo yo, ya que casi nunca tuve que comprar un vestido para las mil fiestas de 15 años que fui. Inclusive ella hizo mi vestido de 15 años, de promoción, varias faldas, pantalones, blusas…. uff, no se imaginan todas las ropas que tengo que son marca «Mamá»!
 

Mi mamá y mi vestido

Quién mejor que ella para hacer el vestido de mi matrimonio,  no?
Apenas supimos dónde nos íbamos a casar, ya tenía una idea bastante clara de lo que quería.
Tenía que ser algo fluido, romántico y delicado. Nada cargado con brillos y que no sea blanco (ese fue el único requisito del novio). El encaje era algo que no podía decirle que no.
Tengo una constante debilidad por lo Boho-Chic, entonces mi mood board fue más o menos así:
Busqué y busqué modelos, pero muchas novias deben entender, siempre le falta su «algo», siempre podía ser un poquito mejor.
Mientras tanto, no me despegaba de un vestido negro, largo y simple, pero con un encanto que solo yo entendía.
Este vestido que ven acá abajo, acabó siendo la base para poner encima de el todo lo que tenía pensado.

Qué tal? Lindo, no?

Es simple, es fácil de usar y de adaptar. En uno de mis viajes a Lima del año pasado, le dejé el vestido a mi mamá. Ella le sacó el molde tal cual y… manos a la obra!
Ella también fue la responsable de comprar el encaje y el forro del vestido. Las mamás tienen ese don, lo sabían? Ese don de entender lo que la hija quiere 🙂
Lo único que compramos juntas fue la tela bipiure, que terminó siendo la espalda del vestido.
Cuando volví a ir a Lima, para Navidad del año pasado, era también la 2da y última prueba.
Pero, como ser novia tiene todo a ver con imprevistos, tuvimos que correr a mi talentosísima prima (en verdad es mi tía, pero parece mi prima) Ximena Pérez para que nos auxilie de última hora! Ella y una de sus costureras fueron las encargadas de hacerles los arreglos finales al vestido en tiempo record. Son lo máximo!!!!!! 
 
Y aquí el resultado:
De igual forma, el vestido nunca estuvo 100% listo: El mismo día del matrimonio, mi mamá tenía que terminar de costurarlo en mi cuerpo! No había forma de que sea costurado antes, tenía que ser cuando ya me lo haya puesto. Es decir, después de estar maquillada y peinada!
Al final, todo salió a la perfección! La mano que tiene mi mamá es bendecida, el vestido me quedó como lo había soñado…. todo fue increíblemente bien!
Lo principal para escoger cómo iba a ser ese vestido fue:
  • Ser fiel a mi personalidad
  • A mis gustos
  • El lugar donde nos íbamos a casar
  • Si sería de día o de noche
  • Y mucha comodidad
Sean siempre fieles a sí mismas, a sus gustos y a sus instintos. Escúchense mucho y escuchen a quienes más las quieren.
Espero les haya gustado! Soy feliz de compartir los detalles de ese día con ustedes!
Besos!
María Pía

4 comentarios. Dejar nuevo

¡Hola Pía! ¿El vestido del matri religioso también te lo hizo tu mamá?

Hola, Caro
El vestido del matrimonio religioso lo hizo mi tía (que parace prima) Ximena Pérez. La encuentras en Facebook como https://www.facebook.com/ximenaperez.diseno

no puedo ver los vestidos pero te veo tal cual yo estoy ahora

María Pía Moreno Vásquez
3 septiembre, 2018 10:30 AM

Aixa, ¿Por qué no puedes ver los vestidos? ¿Las imágenes no aparecen en el post?

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