Nuestras 3 mejores compras de recién casados para la casa

Por fin me siento con la experiencia de una señora casada para tocar asuntos de vida de casada.

Nótese que experiencia de casi 3 años de matrimonio 😉

Me acuerdo que apenas Daniel y yo nos casamos, varias lectoras me escribieron diciéndome que sería mostro si comenzaba a tocar temas de casa, del día a día del matrimonio.

Como recién casada no me sentía con la mínima autoridad para tocar estos asuntos. Sin embargo, algunos de ellos los he tocado en largas conversaciones vía mail con lectoras que pedían mi consejo.

Yo feliz y honrada por la confianza me esforzaba en responder a la altura.

Tengo esa experiencia (la de los mails) y sé más o menos lo que sería interesante tocar aquí en el blog. Además, en estos casi 3 años de casada he ido tomando nota mental y en papel de asuntos que serían interesantes compartir.

Por lo que mi lista está, pero más importante me interesa saber lo que a ti te gustaría que conversemos. Así que ¡Dímelo en los comentarios!

Al final, esto es el matrimonio: lo que le sigue a la boda.

Es algo que no huye de nuestro asunto principal que, la organización de la boda, sino que más bien que lo complementa.

Nos casamos o, más bien, durante el noviazgo, ya comenzamos a ver qué cosas deberíamos comprar para la casa.

Algunas son verdaderas inversiones y otras, por poco conocimiento, creemos que no valen la pena y las pasamos por alto.

En este artículo te quiero ser sincera con las 3 compras que hicimos que hasta el día de hoy sigo diciendo «cómo valió la pena invertir en esto».

Vas a ver que son nada del otro mundo y es por eso que te las quiero compartir: porque son cosas que están en la lista de compras, ordinarias pero cuando es de verdad muy bueno, es otra cosa y sin querer te vuelves una embajadora espontánea de ese producto y tratas de recomendarlo en conversación que puedas.

 

1. Colchón

AMO dormir. Si tengo que escoger entre comer o dormir, es dormir.

Si me sigues en Instagram (@velodevainilla) sabes que suelo estar despierta desde las 5:00am, por lo que parte fundamental para que eso sea posible, es que nuestro colchón es ideal para nosotros.

Ideal desde el punto de vista de la tecnología que tiene por dentro que cuida toda tu espalda, cuello; todo tu cuerpo.

Este debe haber sido el ítem que más nos demoramos en buscar. Teníamos hasta un Excel con las tiendas, tipos de colchón, pros, contras, etc. Nos fuimos a buscarlo con el objetivo bien planteado.

No te engañes que no es queen ni mucho menos king: es chiquito de 2 plazas porque es lo que entra en nuestro cuarto ¡Pero cómodo como él solo!

¿Y sabes? Estamos muy bien así con nuestro colchón de 2 plazas 😀

Si lo piensas bien, tener una buena calidad de sueño hace que tu día comience bien y que tu disposición, tu energía estén a tope.

¡Dormir te regenera!

Es cierto: nuestro cerebro no es el mismo luego de haber dormido bien. Según una investigación publicada en la revista Science por los investigadores de la NYU Langone Medical Center, nuestras conexiones neuronales están más activas, algunas que no estaban antes, aparecen.

Como dicen en mi entrenamiento funcional «Descansar también es entrenamiento»

 

2. Máquina lavaplatos

Fue nuestro autoregalo por Navidad del año pasado.

Lleva ni un año con nosotros y ya es digna de recomendación.

Trabajo desde mi casa. Paso días enteros aquí: almuerzo aquí, gracias a Dios, casi todos los días, tengo tiempo para atender a Bento (nuestro perro), cuidar de temas del hogar, estar disponible en caso suceda algo, etc.

Claro que también hay sus contras, pero me fijo y potencio los pros 😉

Pasaban los meses, Velo de Vainilla se hacía más grande, en consecuencia más trabajo, más tareas por hacer y las mismas horas en el día; lo que me hizo sí o sí a volverme una persona más práctica aún y optimizadora de tiempos.

Lavar los platos era algo que trataba de hacer al instante: comía y tenía que lavar. Pero no: comía y decía «lavo todo en la noche después de la cena». Llegaba la cena, comíamos y decía «Déjalos ahí Daniel, yo los lavo mañana».

Al final teníamos platos de desayuno, almuerzo y cena sin lavar. Y eso me causaba una ansiedad fastidiosa.

Había algo ahí que no le atinaba y no lograba ponerme el chip «usé-lavé.»

En verdad que me empezó a incomodar esa mini pérdida de tiempo en lavar platos y, al mismo tiempo, me sentí una reclamona de «problemas de primer mundo».

Busqué refugio en internet (como lo hice cuando comencé a recibir esos comentarios totalmente fuera de lugar sobre casarnos) y vi que esto era rápidamente solucionado con una máquina lavaplatos.

Pero, en realidad lo que me animó a decir sí la vamos a comprar, fue conversar con personas adultas, viejitas, que hace AÑOS tenían su máquina lavaplatos. Ellas mismas me decían que fue un antes y un después en sus vidas.

Esa experiencia me hizo sentirme más segura, además de corroborar que se gasta menos agua que cuando lavamos de la forma tradicional.

Consejo de amiga: sí vale la pena.

Antes que me digas que tu departamento o casa no tiene espacio para poner una máquina lavaplatos: el de nosotros tampoco lo tenía.

Tuvimos que «sacrificar» 2 armarios empotrados para que ese su lugar.

Y fue bueno porque nos dimos cuenta que teníamos cosas que no usábamos y que nunca íbamos a usar. Algunas las donamos, otras las vendimos y las que restaron; las reacomodamos.

Sí hay espacio a pesar de que tu cocina no haya sido proyectada para tener una lavadora de platos.

 

3. Diseño del departamento con una profesional

Si me tuviera que quedar con alguno sería este.

Felizmente Daniel sabe en qué ignorarme y no tomó en cuenta mis argumentos de «yo sé decorar», «tengo buen gusto», «no es necesario», «ya estamos gastados»

Desde que nos mudamos, Daniel estaba decidido a contratar a un profesional para que nos haga un proyecto de nuestro departamento.

Me parecía una pérdida de plata. Un lujo que aún no nos podíamos dar que terminó siendo todo lo contrario.

Nuestra arquitecta, extremadamente recomendadas por colegas del trabajo de Daniel, nos hizo un proyecto personalizado que reflejaba nuestros gustos e incorporaba la practicidad en los espacios.

Como nuestro departamento es chiquito, pensaba que no valía la pena invertir en un diseño.

¡Todo lo contrario!

Teníamos que sacarle el jugo a cada rincón y volverlo práctico, pero con personalidad.

Con decirte que ni espacio tenemos para poner una mesa de centro en nuestra sala. ¡Así de enano!

Sin embargo, hemos usado las paredes como apoyo, bancos que sirven de asientos, pero también como mesa de centro. Le sacamos provecho a la pared principal de la sala no solo para que se luzca bien, sino que nos sea funcional en guardar algunas cosillas.

Algo que sucede con los departamentos pequeños, es que caemos en sobre cargarlos. Eso era lo que temía.

Le dijimos a Beatriz, nuestra arquitecta, lo que nos gustaría destacar en la decoración y ella lo formuló y aterrizó mejor de lo que habríamos pensado.

Si nos ponemos a pensar, sí es una buena inversión: es práctico (creo que es la 3ra. vez que escribo esta palabra), no hemos cambiado la decoración salvo algunos detallitos porque ¡No hace falta!

Porque es nuestro estilo hecho departamento. Invertimos una vez y listo.

El resultado fue que sigamos felices con nuestra decoración y con la funcionalidad de nuestro hogar. Le hemos sacado verdadero partido a los espacios de nuestro departamento y lo convertimos en un departamento funcional, en armonía (ni recargado ni con cosas al azar) y súper acogedor.

Cosa que de forma indirecta me ayudan a trabajar feliz desde casa. Porque estoy en un espacio lindo y eso me inspira, me hace sentir bien.

Y hasta da la sensación de amplitud. Esto nos los dicen con frecuencia nuestras visitas y huéspedes.

Veo la lista y sigo firme con que este es mi top 3 de compras de casa que a los casi 3 años de casada, sigo gratamente feliz de haber puesto nuestro dinero en ellas.

¿Cuál es tu top 3 compras de recién casada? Cuéntame en los comentarios para seguir la conversación.

Ya me lo han pedido por mensajes internos de Instagram, pero lo pregunto también por aquí: ¿Te gustaría que haga un tour por mi departamento? Me lo han pedido algunas veces, pero aún estoy recelosa y me da un poco de roche.

Pero, si es algo que sí te gustaría y sobre todo, que te sería útil, me sacudo el roche y programo un tour.

¡Besos!

María Pía