Que el 2015 no sea un año perfecto, que sea un año honesto.
Porque depende de cada uno de nosotros darle una mirada a nuestro interior, ser fieles a lo que realmente anhelamos e ir atrás de el. Solo depende de nosotros.
Y para eso, lo que deseo es que en ninguno de esos 365 días que vienen se apague la pasión e inspiración para correr atrás de lo que queremos. Porque es muy probable que nos juzguen y critíquen, por eso también quiero que sea un año que sepamos manejar nuestra paciencia y fuerza de voluntad.
Que el 2015 nos traiga muchísimos retos para conquistar. Porque creo que si a cada uno de nosotros se nos presentan diferentes obstáculos, o mejor dicho, retos, es porque tenemos la capacidad de vencerlos, de hacerlos nuestros éxitos y aprender para el futuro.
Si el 2015 será un gran año, depende enteramente de nosotros!
Es mi deseo de corazón para ustedes que leen a mi Velo de Vainilla.
Ahora es momento de celebrar, que estoy segura que el balance del 2014 se inclina por el lado de todo lo bueno que nos pasó en cada uno de esos días.
Un beso grande, hasta el 2015!