“He decidido alejarme un poco de las redes sociales y algo que extraño es el contenido bueno, ese que relees o volvés a escuchar, que te deja pensando.»
He estado muchas veces a punto de cerrar mis redes sociales porque me abruman.”
«Está muy buena esta iniciativa de poder seguir en el medio, pero sin que esté medio nos abrume. Yo también estoy “luchando” con esto de las redes.»
«Si que se siente la diferencia en mi cerebro. Salir de la red social para poder leer un buen contenido me parece un bálsamo para mi.»
«Puedes leer todo lo que sea sin la ansiedad que tú mencionas y eso causa calma y disfrute en lo que compartes.”
«Gracias por este espacio, lo leí hasta el final, con calma, pausado, con tranquilidad, sin la bulla de las redes.”
“Me ha encantado leerte y leerte de una manera como dices tú «más relajada» sin el «leer por a prisa que se termina la Story».”
«Qué alegría procesar con paz tus ideas.»
«Ya he incursionado varios meses del 2023 y 2024 en alejarme de las redes y este post me ayuda a seguir descifrando cómo vivir con ellas mejor.»
«¡Qué buena pausa me he tomado gracias a esta entrada en tu blog! Qué maravilla para la cabeza poder leer, detenerse, pensar, releer, ¡Wow!.»
“Es tan gratificante poder haber leído todo con detenimiento para entender el punto central de cada respuesta con CALMA.»
Estos son algunos comentarios dejados por mis queridas lectoras en el primer artículo de preguntas y respuestas en el que toqué superficialmente el tema de salir de las redes sociales para consumir contenido.
Se repiten testimonios sobre el uso de redes sociales con las palabras:
– abrumada
– ansiedad
– no poder parar
– querer dejar la redes sociales y no poder.
En contrapartida, después de haber leído artículos aquí en mi blog, las palabras que se repiten son:
– descanso
– paz
– procesar bien las ideas
– pausa, alegría
– extrañaba un espacio así.
Antes de comenzar este éxodo personal y profesional de las redes sociales, sentía que mi interior estaba como gritando para que haga algo por recuperar mi atención y también que haga algo con la carga de ansiedad innecesaria que se había enraizado en mi vida sin que me haya dado cuenta.
Poco a poco fui aprendiendo que existen factores importantes que dan a nuestro cerebro y corazón lo que necesitan para salvaguardar su bienestar. Precisamente en este post quiero comentar algunos de ellos.
Al final del post hay un espacio para comentarios. Si te sientes identificada o quieres compartir alguna experiencia, escríbeme.
¡Los comentarios son como el After Party!
Son como alargar, profundizar aún más el tema que estamos conversando.
¿Cómo así el simple hecho de leer un contenido en otro espacio puede tener tremendo impacto?
Desde hace un par de años vengo diciendo: La forma y lugar donde se presenta el contenido importa
Hace unos días estaba en una brinquedoteca con mis hijos.
Estaban 2 niños de 9 ó 10 años aproximadamente. Vieron que había una TV y pusieron videos en YouTube sobre animales raros como el Dragón de Komodo (cuando era niña tenía una afición por ese animal), ciempiés, cocodrilos gigantes, etc.
El contenido era mega interesante, pero la forma como era presentado una verdadera desgracia: el narrador hablaba en velocidad 2.0, habían cortes abruptos cada 3 segundos, efectos de sonido en todo momento, lenguaje por los suelos…
Fuera que consumir un contenido interesante y curioso sobre animales raros en medio de la bulla de niños y bebés de una brinquedoteca no es lo más adecuado, ¿Concuerdas conmigo?
Es casi que intuitivo reconocer lo ilógica de la situación. Lo nada que ver querer ver un video así en un lugar con bulla y que el propio video sea tan “mixeado” que hace indigerible su contenido.
Indigerible, pero de cierta manera placentero de ver.
Si es tan fácil identificar una situación ilógica como esta ¿Cómo no nos damos cuenta de que lo que hacemos consumiendo contenido en redes sociales es, muchas veces, bastante similar a esto?
Desde la forma azucarada de ver un contenido que es sí mismo es bueno.
De hacerlo en un espacio que tiende a la dispersión
De consumirlo cuando estamos haciendo otra actividad importante o en un lugar que no nos deja estar atentas
A eso me refiero con que la forma importa y con que lugar donde se presenta la información importa.
Como decía líneas arriba, esa forma de consumir no logra instalarse en la memoria, pero sí entretiene.
Ese entretenimiento fácil emite una descarga fuerte de dopamina. Te vuelves rehén del entretenimiento fácil que te da altas cargas de dopamina.
Y es justamente ahí que unos de los grandes problemas comienzan a suceder.
Si te pregunto cuáles han sido los últimos 5 videos que has visto en Instagram, ¿Serías capaz de responderme?
¿De qué se trataron?
¿Cómo los aplicas en tu vida?
Diferente a si te pregunto sobre el último artículo que leíste en un blog o revista o sobre el último libro que leíste.
El cerebro, cuando está frente a tanto estímulo como el de los videos de los animales raros, simplemente se apaga. No logra procesar más lo que está viendo y escuchando.
Y, para agravar el asunto, cuando termina el video, comienza otro de un tema que no tenía nada que ver con el anterior.
El profesor Taylor Gatto en su libro “Emburrecimiento programado” habla sobre cómo la desconexión de temas dados en escuelas públicas Norte Americanas y los cortes abruptos del timbre estaban enloqueciendo a sus alumnos.
Bastante similar a cómo consumimos información en Tik Tok, Instagram y Facebook.
*Hice un Live sobre este libro. Todavía lo encuentras en mi Instagram en este link.
Así la inteligencia, cuya función es relacionar internamente conocimientos, experiencias, vivencias, pensamientos; no tiene espacio ni tiempo para hacerlo.
Lo que nos mantiene queriendo consumir más y más, en mi opinión, es una combinación de FOMO con dependencia de la sensación placentera (dopamina) que causan ver estos tipos de videos.
En cambio, como mis lectoras dijeron, ese bienestar, esa paz, esa alegría que experimentaron luego de leer alguno de mis últimos artículos es la consecuencia de hacer trabajar a nuestra inteligencia.
La recompensa del esfuerzo es la genuina alegría.
«Brain rot» (escogida como la palabra del 2024 por el Diccionario Oxford) es la expresión usada para el vacío y la tristeza que se siente después de consumir y consumir información en redes sociales, una atrás de la otra, sin un orden y conexión.
Videos de perritos, después una bomba emocional de un caso extremo, de ahí una reflexión al estilo coaching, después un video de poner el dedo en la herida de una dificultad que estás pasando en la maternidad, después política, después un desastre natural, etc.
Brain Rot significa, literalmente “Empodrecimiento Cerebral”.
Cuando algo se pudre, sucede de adentro hacia afuera. Por fuera la fruta parece lucir bien, pero por dentro ya no existe para lo que fue creada.
El FOMO y la “Infoxicación”, otro término interesante acuñado allá en 1999 por el español Alfons Cornellá se refiere a la incapacidad cerebral de procesar un inmenso volúmen de información.
Somos limitados, inclusive nuestra capacidad cerebral es limitada. Ver, ver y ver, información, más información y más información; acaba con el proceso de la inteligencia.
Información, por sí sola es nada si es que no se tiene la capacidad de interligar, de acceder a la memoria, de crear nuevas conexiones y pensamientos.
¿Entonces la solución es simplemente hacer un Detox digital, seguir lo que quiero ver y ponerme horarios para entrar a las redes sociales?
Sí y no. No es todo tu culpa.
Una vez más, no todo es tu culpa.
La importancia de saber sobre el espacio donde estamos consumiendo información (o la información nos está consumiendo)
Scroll infinito, algoritmo incentivando polarizaciones con emociones intensas y miedo, recompensas en formas de Likes, etc.
Lamentablemente las redes sociales, como dice James Williams ex trabajador del Valle del Silicio, son hechas para atacar nuestras mayores debilidades y así hacer que perdamos tiempo en ellas y siempre querramos regresar a ellas.
Por eso no es tan simple decir “Es solo hacer un Detox” (lo que me fastidia esa palabra) o «es solo ponerse horarios.»
Sí, ponerse horarios, llevar a la conciencia y criterio es lo más importante para cuidar de nuestro bienestar y atención, pero hay que saber, com dice también XXX que atrás de cada usuario de redes sociales, hay 100 de los mejores ingenieros del mundo que saben cómo usar nuestras debilidades para tenernos más tiempo en redes sociales.
Por eso la necesidad de saber y de cuestionar el espacio donde estamos dejando tiempo, usando como herramienta de estudio, de conexión (o desconexión) y fuente de información.
Creo que decisiones drásticas tomadas solo para dar la contra a algo no son sustentables en el tiempo.
Creo que no lo que funciona es cuestionarnos, observar, preguntar y así tomar una decisión con la motivación bien clara.
Muchos dicen que la disciplina es lo que salva para seguir en frente un propósito.
La disciplina es importantísima, pero yo creo que la motivación es una fuente mucho más consciente, inagotable y renovable que nos repleta de energía para seguir adelante con lo que nos proponemos.
Quiero cerrar este artículo con este comentario que creo que resume lo que hemos conversado hoy:
«Qué gusto leerte otra vez y en este formato. Extrañaba mucho tener un espacio así para leer, lejos de la inmediatez y de la ansiedad por ver qué de nuevo va a decir alguien que sigo.
Además que la espera por un nuevo post me trae esa sensación de cuando antes no teníamos más opción a esperar que saliera un capítulo más de nuestra serie en televisión. Ahora estoy tan acostumbrada a que todo esté disponible para ya mismo que hasta se siente un respiro y a la vez un ejercicio de templanza.»
¡La tecnología es maravillosa!
Ahora mismo no recuerdo quién dijo que la tecnología debería ser usada como una extensión de nuestros brazos y mente para ayudarnos a realizar lo que, como humanos, queremos dejar como huella en el mundo.
Es una forma lúcida y realista de usar la tecnología.
¿La estamos usando así?
Como mencioné antes, no es fácil. La idea es que dependas de forma inconsciente de ella y no realices nada además de consumir y comprar.
Pero, una toma de conciencia y motivación correcta son el empuje que necesitamos para un cambio. Te animo a que comiences el camino hacia el.
¿Qué te ha parecido este artículo?
¿Qué es lo que se te queda más grabado en la mente?
Cuéntame!
*Y un pequeño disclaimer: no me he alejado de mi propósito en Velo de Vainilla que es enseñar sobre la Feminidad con normalidad, sobre virtudes también con normalidad y temas relacionados al matrimonio.
Solo que creo que es ultra necesario comentar estos asuntos que afectan directamente cómo aprendemos y la puesta en práctica.
Sin embargo, si te está pareciendo pesado, dímelo en los comentarios.
Hasta la próxima entrada,
María Pía
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San Antonio Casamentero!
8 comentarios. Dejar nuevo
Estoy de acuerdo contigo Pía. También hay estudios que demuestran relación entre enfermedades mentales como ansiedad, depresión, adicción y alteración del sueño. Yo tampoco he encontrado aún la receta perfecta para manejarlas, pero cada cierto tiempo elimino esas aplicaciones y las reviso más esporádicamente unos minutos en la web. Ese desapego me ha ayudado a tener menos “necesidad” de consumirlas y puedo ver que de esa manera estoy más ligera porque voy recuperando mi tiempo y mi libertad.
Mar,
Qué lindo leerte por aquí!
Sí, la relación de redes sociales con enfermedades mentales es innegable. Actualmente atacan a nuestras debilidades para que sigamos ahí y eso tarde o temprano cobra su factura.
Entrar desde la web es una opción buenísima! También lo hago. Es otra experiencia, mucho más consciente.
Te mando un abrazo! Gracias por tu comentario!
En alguna conferencia comentaban que si lo que deseamos viene de nosotros o es solo porque lo vimos en redes sociales? Y justo creo no reflexionar sobre todo lo que consumimos vía instagram nos toca en nuestras inseguridades y nos hace pensar que lo que hemos vivido no significa nada porque no se adapta a lo que la influencer de momento vende.
Elena,
Qué fuerte la reflexión sobre lo que deseamos es realmente nuestro o impuesto sutilmente?
En la forma tradicional de propaganda por lo menos es explicito que es una propaganda. Ya con las redes sociales no siempre es así.
Lamentablemente hay Influencers que solo tocan las inseguridades para asegurar ventas. Inseguridades y colocan miedos escatológicos caso no se compre el producto que venden.
Me parece bueno que poco a poco más personas se estén dando cuenta y formando criterios sobre estos asuntos.
Gracias por tu comentario!
«Por eso la necesidad de saber y de cuestionar el espacio donde estamos dejando tiempo»
Hola Ma. Pía, que alegría volver a leerte. Recupero esta frase buscando ampliar esa noción de tiempo, ser conscientes no solo del tiempo material que se nos escurre entre los dedos mientras vamos «scrolleando», sino del tiempo mental que dejamos allí, como en pausa, dejándonos influir. Y pienso en ese «influir», como si diéramos permiso para que todo eso fluya, recorra nuestro interior.
¿Somos conscientes de nuestra interioridad? ¿Escuchamos los ecos de nuestro corazón? ¿Anhelamos lo que anhela nuestra alma?
Experimento que nuestra sociedad es cada vez menos conscientes de lo que realmente deseamos, anhelamos, queremos y necesitamos.
Nuestro criterio se va deformando porque somos bombardeados de información, y perdemos el horizonte de nuestra cotidianeidad y de nuestra interioridad.
¡Estamos hechos para el cielo!
Ojalá que nada ni nadie nos robe la esperanza, el escuchar aquello que brota del corazón, de experimentar el gozo profundo de gastar el tiempo amando, amando de verdad, en charlas profundas, en miradas atentas, en abrazos infinitos.
Y así, que todo nuestro ser se vuelva hacia Él.
Exactamente, Gabriela, el tiempo mental que dejamos ahí pesa. En realidad, es el peso mental que nos causa el scroll sin fin, tantas informaciones desconectadas unas de las otras, etc. Eso no le hace nada bien a nuestra cabeza.
Es como si inundáramos el vaso de nuestra mente con tantas cosas que puede llegar al punto que ya ni se ve el vaso.
Cómo escuchar a nuestro interior si ni siquiera podemos llegar a el por la montaña de información que hay encima?
Para tener claridad interior hay que tener espacios, silencios, orden.
Que estemos atentos y conscientes a esta nueva realidad con la que tenemos que lidiar sí o sí.
Te mando un abrazo, me encantó tu comentario.
Pía Queria, he pasado a leerte, porque habia anotado en mis tareas de espacio libre ir a la web y leerte, y la verdad es que todo esto que hablas es tan cierto y sensato, lo he vivido en carne propia, yo decidí desconectarme de Instagram, porque verdaderamente me estaba dando cuenta que no le sumaba a mis días, si no que le restaba, asi organizada con nuestra santa Madre la Iglesia en este inicio de cuaresma suspendí Instagram de mis aplicaciones, y debo confesarte que no me ha sido para nafa dificil, ya venia soltandola, pero definitivamente desde el miercoles de ceniza que no la abro, y puede una ahi darse cuenta de lo maravillosa de la vida absolutamente real, nuestro cerebro es otro, he empezado a salir a trotar en las mañanas y regresando de la actividad física estoy haciendo 15 min de lectura personal, el primer día que lo hice, Dios mio, me sentí otra yo, mi cerebro leia con entendimiento, enfoque, con mi memoria activa, claro tiene que ver con un buen descanso, sol y actividad física, pero debo sumarle a eso que mi cerebro con ocho día sin redes, ni videos, ni reels, estaba disponible para recibir información y procesarla, crear conexiones, etc, como lo venia leyendo, y dije wowwww. Me he sentido tranquila, si he necesitado buscar algo, voy y encuentro en google lo que necesito, me informo, pero yo pongo la ruta, yo direcciono el navegsr por internet. Y bueno otra de las cosas de las que me he sorprendido es de la cantidad de cosas que puedes hacer sin afan en una media hora bien programada sin redes sociales, la verdad es que yo ya venia sintiendo que ya no las necesitaba más, y por ahora veo los grandes beneficios, que entran como grandes motivadorez para ir dejandolas a un lado en mi vida. Gracias Pía como siempre un gusto leerte.
Nayibe,
Tu comentario maravilloso!
Sé cómo te ha costado y la humildad en haberte ido dando cuenta que estabas perdiéndote en Instagram. En vez de estar sirviendo a tu negocio, tu estabas casi que una prisionera.
Todo lo que cuentas es real. Para cualquiera que lo lea, esto es real. Ver cómo tu entendimiento se eleva, tu atención funciona, la ansiedad disminuye. Es como volver a ser humano otra vez.
Una vez más te felicito y te digo que estoy muy feliz por ti!