Desde hace un par de años tengo ganas de leer Frankenstein y mi interés aumentó cuando supe que el autor era, en realidad, una autora, Mary Shelly.
Por esa época, hace un par de años, leerme un libro como Frankenstein me sonaba lejanísimo y sentía cierta nostalgia de mi misma, de cuando leía por placer.
¿Por qué ahora no lo era más?
En lo que va del 2025, Frankenstein es el 4to libro que voy leyendo. Muchas cosas cambiaron.
En otro momento me explayaré sobre estos asuntos. Hoy quiero dejar registrado en este artículo una secuencia bien chévere que hice la semana pasada en mis Historias de Instagram.
Casi por la mitad del libro, leo esta joya -una de las tantas-
“La joven hablaba de su madre con términos elevados y entusiastas, que, nacida en libertad despreciaba la esclavitud a la cual estaba reducida.
La madre instruyó a su hija los dogmas de su religión, le enseñó a aspirar las altas capacidades de su intelecto y le inculcó una independencia de espíritu prohibida a las mujeres seguidoras de Maomé.
Esa señora falleció, pero las lecciones quedaron impresas de modo indeleble en la mente de la hija, que se enfermaba frente a la perspectiva de regresar a Asia y ser clausurada en un harén, siéndole permitido ocuparse apenas con diversiones infantiles, inadecuadas para el temperamento de su alma, ahora acostumbrada a grandes ideas y a la noble emulación de la virtud.
La perspectiva de casarse con un cristiano y permanecer en un país donde las mujeres pueden asumir una posición en la sociedad, le era encantadora.”
Escrito en 1831 y hoy, en el 2025, resonando con altavoces por una realidad que ha ido creciendo juntamente con el adviento de las últimas tendencias en las redes sociales: a diferencia de lo que escribió Mary Shelly hace más de 100 años, hoy en día muchas mujeres con acceso a la libertad cristiana anhelada por la personaje, creen que ser cristiana es sinónimo de únicamente estar en casa.
Que una mujer solo debe aspirar a ser únicamente madre y esposa. Que debe donarse únicamente y por entero a nada más que su hogar y su familia.
Y, por consecuencia, no participar de la vida en sociedad ejerciendo un trabajo o un papel fuera de los mencionados en líneas anteriores.
*Escribí “únicamente” y “solamente” para dar énfasis en lo que varias mujeres creen hoy en día que es su papel en la vida. Lamentablemente, no estoy exagerando.
1. Matrimonio y poner los talentos al servicio de la sociedad
Estas 2 cosas siempre fueron de la mano.
El corazón de la feminidad es la maternidad. La familia debería ser siempre la prioridad número uno de la mujer y del hombre también.
Sin embargo, ser madre, esposa y ama de casa; no es lo único a lo que debería ser reducida una mujer.
En este Live cortito habló sobre ejercer la maternidad sin ser madre.
Te imaginas si todas las mujeres se dedicaran únicamente al cuidado de su familia, hijos y hogar? ¿Qué sería de la sociedad? ¿No habrían profesoras, médicas, participación en política?
La función principal de la mujer es ser madre y no ser solamente madre. La propia Edith Stein, quien dedicó años de estudio al alma femenina, lo plasma en su libro “La mujer, su vocación según su naturaleza y su gracia”.
Y como bien lo escribió Mary Shelly, el cristianismo siempre impulsó esta libertad natural de la mujer enseñándonos que ser madre no excluye ser una profesional en el área que mejor se pueda desempeñar y según las circunstancias particulares de cada una.
2.¿Por qué lo obvio tiene que ser dicho?
Sobre todo cuando el problema mayor parece ser el que vemos hace años: la salida masiva de las mujeres modernas al mercado de trabajo dejando sus hogares al cuidado de terceros y negando así su naturaleza. Lo que da como consecuencia frustración y hasta perderse en el camino en búsqueda de una paz que, en medio de ese desorden de negación, jamás será encontrada.
Ese es un problema enorme del que hablo hace, por lo menos hace 4 años y que estuvo incluido en mi clase de Feminidad.
Es un problema sobre el que debemos seguir estando atentas para no tomar decisiones solo porque todo el mundo lo hace, sino con criterio e individualidad.
En mi Live “La mujer y el trabajo” hablo de la aparente problemática de las mujeres y el trabajo. Además doy una pincelada sobre las circunstancias actuales de la vida moderna en la cual estamos todos insertados.
Sin embargo, toda esta realidad no quiere decir que debamos guardar silencio sobre esta otra realidad que se ha ido instalando en la cabeza de más mujeres y se ve reflejada en tendencias caricaturescas como la de las “tradwifes”.
Como un péndulo parece que se pasa de dejar el hogar a no salir del hogar.
En ambos casos negando la libertad de la mujer, sus circunstancias, anhelos y talentos.
Trabajo en internet desde hace 11 años. Cuando las cosas eran escritas en blog daban menos problemas de malinterpretación. Además, el mundo era más lento y las redes sociales recién comenzaban.
* Este es un tema súper interesante, en mi artículo «salud mental y redes sociales» lo toco con detenimiento.
Creo que el hecho que las redes sociales se hayan convertido en un medio para expresar ideas, estas ideas son puestas en práctica, muchas veces, por el furor del momento y sin realmente habiéndolas analizado.
Es lo que creo que puede estar pasando con la confusión de varias mujeres que creen que solo deben ser “de su casa”.
Por eso, lo obvio está teniendo que ser dicho: las mujeres también pueden trabajar, es más, siempre trabajaron.
La familia siempre debería ser la prioridad, sin embargo eso no quiere decir que una mujer no puede anhelar salir de su casa para desarrollarse intelectualmente.
Hay momentos en la vida en los que vamos a tener que tomar la decisión y hacer el sacrificio -si es posible- de quedarse en casa porque la familia lo necesita.
Hay momentos en los que la mujer también tendrá que salir a trabajar para contribuir al ingreso económico familiar.
Hay mujeres, que por su carácter y temperamento, se sienten más cómodas estando más tiempo en casa. Hay otras mujeres que no tienen esa composición.
Esto lo explica Louann Brizendine en «The female brain»: que si bien el cerebro masculino suele ser mayoritariamente sistemático y el cerebro femenino mayoritariamente empático, hay mujeres que tienden más al sistematismo.
Por eso es importante la observación personal y circunstancias particulares para tomar las mejores decisiones en este asunto. No solo seguir una regla de vida que no llega a ser justa, sino un equiparado de comportamiento.
Lo que quiero decir es lo que la deputada brasilera , historiadora, autora de libros sobre feminismo y que hace un trabajo tremendo en el parlamento en pro de la familia y la mujer, Ana Campagnolo dijo sobre la frase tan conocida Ortega y Gasset “Soy yo y mis circunstancias, si yo no las salvo a ellas, ellas no me salvarán a mi.”
–«Soy yo”: saber quien soy, para qué fui hecha. Se trata de un autoconocimiento real.
–“Y mis circunstancias”: estar con los ojos en la realidad, para saber qué es lo que puedo sacrificar y hasta qué punto hacerlo. Para saber qué es lo que puedo hacer y hasta qué punto hacerlo.
Todo lo que no respete la realidad es ideológico. Es querer poner una idea como querer hacer pasar una piedra por un fino embudo.
Una idea puede sonar bonita, puede parecer justa; pero querer plasmarla a como dé lugar sin observar las circunstancias, es tiranismo con uno mismo.
–“Si yo no las salvo a ellas, ellas no me salvarán a mí”: si yo no respeto mis circunstancias, si yo no miro y acepto mis circunstancias, no me voy a poder salvar, no me voy a poder realizar para lo que he sido creada.
Observar la realidad y las propias limitaciones es necesario para hacer lo mejor que podemos según lo que somos y tenemos.
3. Un plus: la importancia de la lectura de clásicos y buenos libros
Y por último y no menos importante, una reflexión sobre la lectura que fue el punto que nos llevó a esta reflexión.
Lee porque leer te va a ayudar a ser una persona más entera.
No leas solamente por crear el “hábito de la lectura”.
No leas como una aprovechada que solo quiere el contenido del libro y lo más rápido posible. Saborea la lectura, lee quién fue el autor, el tiempo en el qué vivió. Lee con toda tu humanidad y no solo con el objetivo de darle un check a tu lista de libros por leer
Creo que leer buenos libros nos hace particularmente bien a nosotras, mujeres, que somos por naturaleza más receptivas, emotivas y reflexivas.
Leer un clásico es como profundizar en una amplia verdad y conocer escenarios en los que el discernimiento del Bien parece confuso.
Leer te da repertorio, te hace más interesante, te hace más feliz.
Lee porque es rico leer y porque es la forma más fácil de entrar en un “estado de flow” que es ese estado en el que la hora se te pasa al toque y que al mismo tiempo tu cuerpo ha estado generando hormonas de felicidad y bienestar.
Leer tiene más que ver con la felicidad que con aprender algo nuevo de una forma cuadriculada.
Hablo más de esto en mi artículo “Descansar: el trabajo más difícil”.
Hace unos años mi trabajo se volcó hacia la mujer.
Pasé de cubrir bodas, asesorar a novias, dar charlas sobre planificación de bodas, a centrarme en una de las piezas fundamentales en el matrimonio: la mujer.
La experiencia me ha enseñado que es necesario explicar un tema, pero también explicar el contexto.
Creo que tal vez la carencia de ver el contexto, de ver la circunstancia ha sido una de las piezas claves para la tergiversación de la información sobre el papel de la mujer en el contexto moderno.
Cuéntame en los comentarios qué te ha parecido este artículo.
¡Ya sabes que los comentarios son el after party!
Y una última cosa: tengo en mente hacer reseña de libros que he ido leyendo. ¿Te gustaría ese tipo de contenido? ¡Me cuentas!
Te mando un abrazo,
María Pía
Post relacionados
6 Tipos de aros de matrimonio y 1 consejo para escoger con tranquilidad el tuyo
Las canciones de nuestro video de matrimonio religioso
Colección de vestidos cocktail 2016 – Rosa Clará
¿Caeremos en las tendencias del 2018? :: 10 tendencias que sí o sí vamos a ver
2 años de mi Velo de Vainilla
{ Invitada de matrimonio } :: Vestido rojo para un matrimonio de día y noche
{ Mayra + Sergio } :: Matrimonio de verano en México
Once Upon a Wedding 2015
8 comentarios. Dejar nuevo
Gracias por el texto. Me ha hecho pensar en las hermanas protagonistas de «Sentido y Sensibilidad» de Jane Austen, tan ocupadas en formarse intelectualmente, con la guía de su madre, con el fin último de ser unas personas interesantes, cultas, con un conocimiento de la vida suficiente como para no ser unas personas huecas (tan abundantes en esa alta sociedad en la que se mueven, tanto hombres como mujeres).
Me fascina especialmente ese papel formador de la mujer, ese pilar en que puede llegar a convertirse para su familia, ese trabajo silencioso para la sociedad porque no genera ingresos, pero tan importante y generoso para con sus hijos e inclusive para con su esposo.
Creo que es importante hablar no solo de trabajo remunerado, sino también de esas mujeres que se quedan en casa, pero no simplemente para tener una casa bonita (que también), sino para ocuparse personalmente de la educación de los hijos y de que su hogar sea un templo del conocimiento 💖
Un saludo y un abrazo a todas
Hola, Adara!
Tu comentario llegó, solo que la plataforma no me mandó un mail avisando, qué raro.
Nada como una buena literatura para levantarnos la mirada y ayudarnos a estar atentas en nuestra realidad y no alienarnos.
Coincido contigo que hablar del papel de la mujer como formadora de la familia es necesario. Lo vengo hablando hace unos 4 años y fue una de las motivaciones para lanzar mi curso sobre Feminidad. En este artículo quise tocar un punto, que no excluye el otro, de la ideologia que la mujer solamente debería quedarse en casa y que, lamentablemente, chicas jóvenes vienen cayendo en esta idea al punto que pudiendo, no quieren estudiar en una universidad.
Estoy convencida que cada una debe tomar su decisión libremente viendo sus propias circunstancias y sabiendo la importancia de la mujer en el hogar.
Muchas gracias por comentar, Adara! Un abrazo!
Interesante; muy buen artículo.
Gracias, David!
¡Buen dí Pía!
Me gustó mucho tu reflexión. Que importante es saber discernir. Me quedo con esta frase «Todo lo que no respete la realidad es ideológico.»
Me encantaría leer reseñas de los libros que vas leyendo.
Desde el año pasado sigo un club de lectura de @unamamacomelibros y @casadeorofamilia que me han ayudado a leer como dices y que bien hace al alma.
Bonita semana
Hola Mariana,
Qué bueno que te gustó la reflexión de este artículo y sobre todo la frase que dices en tu comentario. Es justamente lo que quería presenten más atención.
Ellas 2 son maravillosas!!! Lo máximo que estés en sus clubs de lectura!
Te mando un abrazo!
La delicia que es leer blogs con esta calidad, se disfrutan tanto. Desde siempre me han gustado, comencé a seguirte cuando me comprometí y creo que he madurado contigo. Here aquí 7 años después con 2 hijos y tratandonde discernir si es momento de ejercer mi profesion. Has ofrecido luz en este aspecto.
Y respondiendo a tu pregunta, claro que me gustaría reseña de los libros que leas. Besos y cariño desde Guatemala 😘 💕
Gracias, Karla!
Hemos crecido juntas!!! Qué lindo, qué responsabilidad!
Gracias por comentar y decirme que sí te gustaría saber de reseñas de libros. Te mando un abrazo!